miércoles, 20 de enero de 2010

Balance Positivo ?

A lo largo de mi vida siempre he vivido de acuerdo a principios y valores que creo que fueron impartidos en mi durante mi infancia y adolescencia, en esa etapa de la vida que se forman todos los pilares que van a definir el rumbo de nuestros días hasta llegar al final de ellos.

No estoy seguro si al gran común de las personas, mucho menos si a la personas que me rodean o no, les pasa que tienen una vocecita dentro de si que al final del día les dice que se hizo bien y que no. Yo tengo esa voz interna, supongo que es aquella que el resto de la gente llama “consciencia”, en particular prefiero llamarla “yo interno”, aunque suene a un termino mas olistico que real, la llamo mi yo interno porque pienso que aunque cada uno tenemos la soberanía total de vivir nuestras vidas como queramos y debemos dejar que cada quien la viva como quiera vivirla, lo importante de todo es como YO me siento con respecto a mis actos y acciones y el sabor que dejaron en mi los mismos. Cuando algo me deja un sabor amargo, acido o no placentero mi yo interno me lo recuerda y creo que a el si le debo rendir cuentas, es el único que tiene el derecho real de reprocharme si estoy viviendo de acuerdo a las cosas que creo y que siento bien para mi o si me estoy saliendo de ese sendero.

Como todo el mundo he hecho cosas de las cuales algunas veces no me he sentido orgulloso, cosas que lamento pero de las cuales, sin embargo, no me arrepiento. Suelo vivir sin arrepentimientos porque soy partidario de que todo lo que vivimos es parte de las experiencias que nos hacen ser quienes somos y al fin de cuentas de una manera u otra manera nos enriquece como seres humanos, porque en definitiva eso es lo que somos, seres humanos, totalmente imperfectos.

Durante estas ultimas semanas me ha venido el pensamiento recurrente de si mi yo interno es capaz de hacer un balance positivo de mis vivencias hasta el sol de hoy, entendiendo que ese balance solo puede dar un resultado positivo si las acciones que me llenaron a mi mismo de acuerdo a mis principios y valores y que dejaron ese sabor dulce al final de cada momento fueron mas que las que no.

Hoy me siento por fin a pensar y hacerme ese auto examen, vuelvo y repito, no es mi intención calificarme de perfecto, casto o puro, por el contrario tengo miles de imperfecciones y muchas cosas de las cuales NO sentirme orgulloso, pero hasta hoy, después de auto examinarme, se me ilumina el rostro, se me alivian y relajan los músculos de los hombros, me lleno de alegría al tener la plena satisfacción de saber que hoy mi balance esta en positivo.