Mis viajes se convirtieron en el escape a una vida que en su rutina y constante desarrollo me enloquecía, me hacia sumergirme en cosas con las cuales luché para no ahogar.
Esos pasos que durante un año he dado eran la manera de no parar para no pensar, para deshacerme de esa carga tan pesada que necesitaba aligerar. Se convirtieron en la vía de escape más eficiente a toda una ciudad que en cada rincón, en cada lugar, por doquier me hacia recordar… y la verdad tuvieron un excelente resultado.
Dicen que cada quien encuentra su propia manera de dejar atrás el pasado y de seguir adelante, o como diría un típico americano; tu propia manera “of moving on”, la mía definitivamente fue viajar, tomar un avión y dejar al menos físicamente un plano que emocionalmente me costaba un mundo superar y cada vez que lo hacía, cada vez que uno de esos tantisimos aviones en los que viajé lo hacia, mi mente se desprendía, sentía alivio de saber que estaba dejando atrás al menos físicamente aquello que representaba la causa de mi diaria lucha emocional.
Desde hace un tiempo a esta parte siento que esos días los ví ya pasar, desde hace algún tiempo a esta parte no necesito evadir ninguna realidad y por el contrario me permito mirar a ese pasado que en su momento fue tan pesado. Lo único que me viene es una sonrisa al rostro, de recordar buenos momentos ya sin dolor, sin nostalgia, sin necesidad, sin extrañar. Siento un gran alivio cada vez que eso sucede y ahora lo que si quisiera es parar!
Mis pies están cansados, están agotados, por ahora quieren dejar de caminar, por ahora se quieren estabilizar y pisar tierra firme, por ahora quieren un espacio y tiempo estático que me permita reconstruir granito a granito toda una nueva vida que emocionalmente había pospuesto recomponer, pero ahora una vez más pierdo el control de la situación, es muy tarde para parar, ahora por el contrario mis pies se tendrán que preparar para no parar, incluso hasta para gitanamente emigrar… supongo que tengo la energía, la juventud, el tiempo e ímpetu para seguir… para que mis pies sigan el ritmo que yo mismo les empuje a tomar.
Escribo esto a las vísperas de una nueva vuelta viajera, escribo esto en la recta inicial de muchísimos viajes que me esperan en menos de tres meses y aunque ya no quiero seguir, aunque quiero descansar, lo tomo como una etapa en la que algo nuevo tendré que aprender… o seguir aprendiendo de ella.
Buon viaggio per me!
Esos pasos que durante un año he dado eran la manera de no parar para no pensar, para deshacerme de esa carga tan pesada que necesitaba aligerar. Se convirtieron en la vía de escape más eficiente a toda una ciudad que en cada rincón, en cada lugar, por doquier me hacia recordar… y la verdad tuvieron un excelente resultado.
Dicen que cada quien encuentra su propia manera de dejar atrás el pasado y de seguir adelante, o como diría un típico americano; tu propia manera “of moving on”, la mía definitivamente fue viajar, tomar un avión y dejar al menos físicamente un plano que emocionalmente me costaba un mundo superar y cada vez que lo hacía, cada vez que uno de esos tantisimos aviones en los que viajé lo hacia, mi mente se desprendía, sentía alivio de saber que estaba dejando atrás al menos físicamente aquello que representaba la causa de mi diaria lucha emocional.
Desde hace un tiempo a esta parte siento que esos días los ví ya pasar, desde hace algún tiempo a esta parte no necesito evadir ninguna realidad y por el contrario me permito mirar a ese pasado que en su momento fue tan pesado. Lo único que me viene es una sonrisa al rostro, de recordar buenos momentos ya sin dolor, sin nostalgia, sin necesidad, sin extrañar. Siento un gran alivio cada vez que eso sucede y ahora lo que si quisiera es parar!
Mis pies están cansados, están agotados, por ahora quieren dejar de caminar, por ahora se quieren estabilizar y pisar tierra firme, por ahora quieren un espacio y tiempo estático que me permita reconstruir granito a granito toda una nueva vida que emocionalmente había pospuesto recomponer, pero ahora una vez más pierdo el control de la situación, es muy tarde para parar, ahora por el contrario mis pies se tendrán que preparar para no parar, incluso hasta para gitanamente emigrar… supongo que tengo la energía, la juventud, el tiempo e ímpetu para seguir… para que mis pies sigan el ritmo que yo mismo les empuje a tomar.
Escribo esto a las vísperas de una nueva vuelta viajera, escribo esto en la recta inicial de muchísimos viajes que me esperan en menos de tres meses y aunque ya no quiero seguir, aunque quiero descansar, lo tomo como una etapa en la que algo nuevo tendré que aprender… o seguir aprendiendo de ella.
Buon viaggio per me!
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