martes, 25 de marzo de 2008

A pasos de viajero

Debo admitir que he creado una adicción en esta nueva época de mi vida, la de viajar. Viajar se ha convertido en todo un vicio para mí y aunque aveces me mal humora el estrés que significan los aviones, las maletas, los retrasos y todo el sin fin de penurias que tiene que pasar uno como turista o viajero puedo sin embargo decir que me encanta hacerlo, ya me he acostumbrado a poner de lado todos esos pesares y disfrutar al máximo el placer de conocer nuevos sitios, ver nuevas caras y aprender e integrarme a nuevas culturas.

Esta vez tuve la inmensa dicha de hacer un poco de ecoturismo en mi país y no puedo dejar de comentar la experiencia.

Puedo decir muchas cosas del Delta del Orinoco y su jungla, indígenas y fauna, así como de Canaima, pero tengo que admitir que hubo ciertas cosas en particular que me dejaron sin palabras:

Vi el atardecer más espectacular que he visto en mi vida, en pleno delta, en las aguas de nuestro Orinoco, en el medio de la nada. Vi como el cielo pasaba de claro a oscuro, de día a noche y como la luna en un extremo parecía que tendía una sabana coloreada en grises, negros y azules sobre su opuesto sol que se dejaba arropar por ella ocultando una gamma de colores naranjas y violetas totalmente alucinantes, era como si el cielo se partiese en dos cielos a la vez en ese instante. De verdad, fueron minutos de inmenso placer espiritual, donde el universo demuestra su majestuosidad y lo ínfimo que somos dentro de él.

Sobrevolé el Auyantepuy y vi el Salto Angel, describirlo seria redundar, además que imposible porque no existen las palabras, la sensación es única, lo que se ve desde esa avioneta es simplemente para vivirlo.

Estuve en la laguna del parque nacional Canaima, sus saltos y el ruido de sus aguas parecen estruendosos mientras uno los recorre, caminarlos es una experiencia maravillosa, y estar desde arriba de uno de ellos y ver el inmenso paisaje no puede hacer otra cosa que despertarle a uno un infinito amor por esta tierra de inmensas riquezas naturales.

Todo venezolano antes de morir o irse de su país debe vivir esta experiencia, es simplemente fascinante, me siento dichoso de haberla podido experimentar.

Les dejo unas fotos como pequenisima muestra de lo que se puede ver.










1 comentario:

ALITO dijo...

si miiijiiiitiiico! te mantienes viajando! a ver si me llevas en una maleta! jejejejejeje pero la verdad me alegro q estes disfrutando de la vida en este momento! yo digo q para eso uno trabaja, para viajar y disfrutar de la vida!!! sigue asi! la vida es una sola!!! cuidate cuñis! TQM