martes, 15 de enero de 2008

La Partida

Hoy vuelvo a mi fiel compañero de llantos, escribo como tantas otras veces lo he hecho nuevamente en mi blog con lagrimas en mi rostro. Tengo que escribir para desahogar toda esta marea de emociones encontradas, catalizar como he aprendido a hacerlo por medio de esta vía... y es que estoy realmente afligido porque llega la hora de la partida de una mujer que para mí significa y significó demasiado en mi vida.

De ahora en adelante le escribo a mi abuela:

Siento evidentemente un profundo dolor, motivado por lo que parece ya tu inminente partida de este mundo y tan anhelado descanso después de tantos meses de larga tortura y sufrimiento.

Nona te quiero, te amo, tanto como tu como me quisiste y me quieres. Aunque sé que muchas veces parezco una piedra para expresar mis sentimientos para con los míos quiero decirte por aquí y en mi mente, ya que no me puedes escuchar, que deseo que te alivies de esta situación final y prolongada, que descanses como tanto lo necesitas, has sido un ejemplo de fortaleza, de entereza y grandeza, diste en tu vida todas las luchas que tenias que dar para levantar una familia de muchos hijos y luego enseñar a tus hijos a criar muchos nietos, incluso biznietos, y has dado toda una lucha feroz por preservar ese regalo tan bonito que es la vida.

Hoy cuando estas en tu recta final sigues luchando, tienes meses en una situación que para algunos es inhumana y que solo Dios sabe porque te tocó vivirla, ya es hora de descansar, de irte a ese plano donde eternamente serás feliz y donde nos encontraremos algún día.

Te extrañaré... como extraño desde hace mucho que me llames para preguntar por mí y para saber como estoy, como extraño desde hace mucho esos cuentos infinitamente largos e interminables que nos contabas donde ni siquiera conocíamos los personajes, como extraño tus arepas a las seis de la tarde o tus hervidos los domingos o en las fechas especiales, como extraño esas tardes de mi infancia donde te sacaba la mala hierba del jardín de la casa o cuando te limpia el patio y tu me dirigías para hacerlo bien, como extraño tu impelable llamada cada 18 de enero para desearme un feliz cumpleaños. Por ti me convertí en una persona luchadora y trabajadora, porque lo heredé en tu sangre, porque corre por tus venas. Me duele tu partida enormemente, ahora que la veo venir me estremece más de lo que yo mismo imaginé, pero al mismo tiempo la espero con ansias para poder sentir alivio por tí, que aunque no se compara con el que tu misma sentirás, es en estos momentos lo mas necesitado.

Te recordaré siempre Nona.

Diego

1 comentario:

ALITO dijo...

:( cuanto lo siento...

q palabras tan lindas y a la vez tan tristes.. estoy seguro q tu nonna tambien siente lo mismo por ti! :( cuidate cuñis... un abrazo! se te quiere mucho!