sábado, 14 de abril de 2007


Acabo de llegar de Bogotá. Puedo decir que me fue bastante bien, estaba en uno de esos viajes de negocios algo agotadores, nunca habia tenido la oportunidad de ir antes y como experiencia grata puedo decir que la ciudad me gustó bastante.

Quedé impresionado del desarrollo del vecino país en materia de urbanismo, comercio e industria. Muy a mi pesar (no por tener algo en contra de los Colombianos, todo lo contrario) debo decir que sentí pena de ver como este país está tan avanzando en muchísimas cosas en las que el nuestro ha involucionado.

No escribo este post con intenciones políticas, por lo que no me extenderé en comparar las diferencias político – económicas de ambos países, escribo con la intención de compartir con el lector del post la diferencia más marcada que noté entre nuestros vecinos y nosotros y lo que desde el punto de vista gerencial me llevé dentro del bolsillo con esta grata experiencia.

Descubrí que nuestras empresas, nuestro comercio, incluso nuestra cultura está en panales en lo que a la calidad de servicio al cliente se refiere. Senores, debo decirlo de esta manera, somos una Mieeeeerrrrr atendiendo a nuestros clientes y siendo atendidos como clientes, el vecino país nos puede dar maestrías completas en este aspecto (así como en muchos otros). Me impactó ver como desde un taxista o un portero hasta un gerente general de una industria hermosamente grande tienen metido en todo su ser ATENDER al cliente y SATISFACERLO a como dé lugar. La educación en el lenguaje que utilizan para atender al cliente es impactante, los detalles que hacen impresionan, el afán de cuidar al cliente que tienen, así no le conozcan, emociona.

Les narraré brevemente algunas de las cosas que me hicieron despertar esta inquietud:

De primera mano al llegar al aeropuerto de Bogotá noté excesiva seguridad y medidas de control para ello, pero al mismo tiempo me causó hasta placer sentirlas por la manera en como son ejecutadas, frases como “que pena senor me puede facilitar su identificación personal”, “disculpe usted sera que me permite chequear su equipaje”, “me regala un segundo de su tiempo para responder ciertas preguntas por medidas de seguridad”, etc., causaban en mi un total agrado al momento de ser sometido a estas estrictas normas de control que evidentemente son llevadas a cabo gracias a la labor que se hace en estos momentos en Colombia para combatir los canceres que han corrompido su sociedad durante décadas.

A la llegada al hotel el respeto para tratar a todos y cada uno de los clientes por igual no se hizo esperar. El lenguaje que manejan para hacer solicitudes que a veces son tediosas, incomodas e incluso burocráticas hace que desde el proceso de check – in hasta el check – out se haga sentir el agrado por parte del que atiende en la labor que hace.

En el hotel habian detalles como el envio de una fresa banada en chocolate con una nota personalizada que decia; “para nosotros es un honor poder servirle y esperamos tener el agrado de seguir teniendolo como huésped”. El periódico era suministrado diariamente desde tempranas horas de la manana por debajo de la puerta. El botones te dice cosas mientras te sube el equipaje como; “bienvenidos al hotel capital y a Bogotá, tenemos el firme propósito de hacer que su estadía sea placentera y todo lo que podamos hacer para ello será un placer, no duden en solicitar o manifestar cualquier incomodidad que sientan durante sus días acá y disfruten de estar en la ciudad que lo hace estar 2,300 mts. mas cerca de las estrellas”.

Mi objetivo principal era visitar proveedores que son aliados comerciales a nuestra organización, llevar a cabo un proceso de consolidación en nuestras relaciones con el objeto de hacer crecer nuestros negocios. Evidentemente, como cliente la atención no se hizo esperar en ninguna de las dos fábricas que visité, creo que es el viaje mas económico en viáticos que he realizado, puedo literalmente decir que tuvimos que costear solo nuestro hospedaje y el consumo dentro del hotel, nos sentimos totalmente complacidos con las atenciones recibidas, incluso apenados en varias oportunidades.

Se que para muchos son excesivas estas atenciones y a algunos le parecerán innecesarias e incluso fastidiosas, otras dirán que son hipócritas, lo cierto es que cuando uno se siente tan maltratado tantisimas veces como cliente en mi país, encontrar cosas como estas al menos a mi en lo personal no hacen mas que agradarme sin poder evitar al mismo tiempo sentirme decepcionado de que no seamos capaz de ofrecer algo tan simple como una sonrisa y un buen día, acompanado de un por favor y seguido de un gracias cuando atendemos nuestros clientes o cuando somos atendido como clientes.

Como me dijo alguien especial; no es mas que el reflejo de que a esta gente (al Colombiano) le ha costado lo que tiene y hoy vive en función de preservarlo al máximo porque sabe lo que es no tenerlo, cosa que no podemos decir los Venezolanos.

Vayan a Colombia, no tiene nada que ver con el cliché mal formado venezolano que existe de este país, tenemos muchisimo que aprender de esta gente que tan solo tenemos a un paso.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

despues dicen que la que escribe mucho soy yo!!!!

Anónimo dijo...

Diego, tuve la oportunidad el año pasado de ir a Bogota despues de mucho tiempo sin haber visitado el vecino pais...

Dejame decirte que quede igual de sorprendido de lo bien que esta el nivel de vida alla, aparte claro y siempre a sido asi la atencion, claro ahora mas que nunca senti el excelente servicio que se siente ya sea con el turista como con los mismos colombianos.

Todo esta en la cultura y en la enseñanza definitivamente, y no es por menospreciar nuestro querido pais pero lamentablemente cuando uno tiene la oportunidad de salir al extranjero uno se da cuenta de muchas cosas, hace no mucho estaba en Buenos Aires - Argentina, y a pesar del cliche' que tienen los Argentinos de pedantes y demas, mi impresion cambio radicalmente, si lo confieso, me retracto de todo lo que he dicho de los Argentinos, son demasiado serviciales y atentos (claro siempre en la via te encuentras un pedante) pero la gran mayoria son personas cordiales, atentas y muy serviciales, definitivamente la cultura y la educacion dice mucho y por eso un pais puede estar en el piso pero si la gente quiere puede salir adelante, y para eso es importante la educacion, cultura y quererse a uno mismo y a su pais y estar orgullosos de lo que tenemos.

Rulx