Apio verde tu mi...

Hoy cumplo un año más de existencia en esta vida. Este cumpleaños me sirve para reflexionar un poco sobre todo lo acontecido recientemente, sobre todo, todo lo aprendido… Siempre he dicho que lo importante del vivir experiencias y momentos es el aprendizaje que deja y no solo el aprendizaje sino el tomar conciencia de verdad de la enseñanza.

La vida está llena de decisiones que por muy pequeñas que sean orientan nuestros pasos en el presente y en el futuro, hoy estoy seguro que a pesar de los muchos tropezones en el camino que me ha tocado recorrer hasta ahora he tomado decisiones correctas, algunas duras, algunas mal pensadas, pero lo importante de todas esas decisiones es la enseñanza que dejan y el haber tomado esa enseñanza en su debido momento. No estoy diciendo que soy perfecto, que mi vida es perfecta y que mi ego es más grande que la razón, solo digo que gracias a todo lo que he vivido, porque es lo que he decidido vivir, es que hoy soy quien soy y son esas decisiones las que me harán ser quien quiero ser.

Falta mucho camino recorrer y demasiadas cosas que aprender, le pido a Dios que me dé la oportunidad y el tiempo para hacerlas y para vivirlas, estoy convencido que hemos venido a este plano a aprender a ser mejores hombres y mejores mujeres, yo estoy decidido a hacerlo sin caer en la arrogancia de querer ser o creerme perfecto. Debo dar muchas gracias por estos 26 años vividos, aquí las más importantes;

1. A mis padres. Por darme la vida. Sobre todo a mi madre no solo por dármela sino por estar allí siempre, moldeando un nuevo ser en este planeta y sembrando principios inquebrantables que hoy en día me definen.

2. A la nona. Porque después de mi madre fue la mujer que más tiempo estuvo en mi infancia, enseñándome muchísimas cosas y una que me define hoy en día, el don del gusto al trabajo.

3. A mi familia. Aunque estoy seguro que escogemos en otro plano las personas que nos rodearan en esta vida, uno siempre se pregunta si “encaja” en el núcleo familiar al cual pertenece, estoy seguro que si estamos en esos núcleos es porque algo tendremos que aprender de ellos, bueno o malo, o algo tendrán ellos que aprender de nosotros.

4. A mi equipo de trabajo y nuestro máximo líder. Por enseñarme a trabajar, por darme la oportunidad de aprender, por depositar su confianza en mí y dejar que yo me la haya ganado, y por tener la capacidad de ver el lado bueno en caminos llenos de obstáculos, esa es la mayor lección que he aprendido de el.

5. A mis amigos. Los viejos, los olvidados, los nuevos y los por venir. Porque al lado de ustedes he compartido momentos de alegría, tristeza, despecho, felicidad, regocijo… porque me han puesto su hombro para llorar y he puesto el mío para ustedes.

6. Por último. Pero no menos importante sino por el contrario. A ti, por traerle alegría a mis días en estos últimos cuatro años. Te amo.

Lord I’m doing all I can to be a better man…